EL AMOR

Los finales son esas despedidas largas, amargas, llenas de nostalgia, pero con gusto a nuevo, a una nueva vuelta, a una nueva aventura.

Los finales llegan cuando confundimos el amor. No nos debemos lealtad el uno al otro; solo podemos amar en este mundo.

El amor tiene lugar cuando puede, simplemente, ser. El amor se evapora en el deber. El amor es libre. El amor no exige, no reprocha, no daña, no reprime, no retiene.

El amor suelta y acepta. El amor respeta. El amor es liviano y dulce. Confundirlo lo vuelve denso y obligatorio.

El amor es aceptación. El amor no intenta cambiar nada. El amor simplemente es. No puede ser otra cosa más que amor.

Amar no es por sobre todas las cosas, personas y circunstancias, porque el amor no se limita a ninguna forma; no tiene esquemas. 

El amor nos mueve incansablemente y nos mantiene unidos.

El amor no se conforma, porque el amor no pide nada.