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"Normalicemos la mediumnidad"

Sofía Erbicella 


Me gustaría presentar a la entrevistada no por sus títulos ni por sus logros sino por la persona que es. Sofía es dulce, cálida, empática, amorosa, divertida, graciosa, leal a su alma; a sus amigos y seres queridos, se la pasó viajando por otros mundos desde que nació y es por eso que uno de sus grandes desafíos en esta vida es hacer tierra. Si la tuviera que definir en una palabra diría: encantadora. En esta entrevista me abrió su corazón y me contó cómo fue el encuentro con su mediumnidad desde niña hasta el día de hoy.


Te diría que empecemos tranqui, pero no tendría nada que ver conmigo. Así que.. aquí vamos: ¿Quién sos?

Uh jajaja. Por un lado, te digo que es una respuesta tan amplia que no la puedo responder de manera simple porque tuve que escribir tres libros para poder responderla y, por eso, te invito a leerlos para que sepas quién soy. Pero, a su vez, pienso que muchas veces esa pregunta se hace desde otro lugar distinto al ser. Yo también te puedo responder quién soy desde mi identidad (mi infancia, dónde fui criada, la cultura en la que vivo, etc). ¿Querés que responda quién soy en relación a lo que tiene que ver con mis éxitos y mis fracasos, mis estudios, mis experiencias?

No. Yo quiero que me respondas desde tu interior quién sos, desde tu ser.

Es la esencia que no se puede codificar, explicar ni transmitir como una respuesta. La única forma en que se puede responder es a través de la experiencia interna de conectar con la esencia. Y por eso, en realidad, no se puede responder sino habitar. Y de eso trata mi primer libro, arranca con esa pregunta de partida y de lo que me voy dando cuenta, al intentar responderla, es que me encuentro primero con todo lo que no soy y creo que soy. 

Coincido. Cuando uno sabe adentro quién es, paradójicamente, afuera no puede explicarlo. O sea, sentís quién sos pero no podés decir con palabras quién sos jaja. Y es esa misma búsqueda de querer saber quién sos, la que te lleva a darte cuenta que en realidad solo vas a saber quién sos cuando lo encuentres primero adentro.

Claro. No se puede explicar hacia afuera, pero sí se puede sentir hacia adentro. Es una respuesta que se expande de adentro hacia afuera y se expresa hacia afuera.

¿Creés que existe una “fórmula” para buscar en el interior quiénes somos?

Creo que la fórmula es justamente correr todo eso que creo que soy. No se trata de una búsqueda en sí misma, sino de un soltar. La persona que sabe quién es, es aquella que puede soltar todo lo que cree que es. Y poder habitar ese vacío es la esencia de lo que sos. Esa es para mi “la fórmula” que, en realidad, no es una fórmula porque no tenés que hacer sino justamente, todo lo contrario, no hacer nada.

Entonces, ¿podríamos decir que nos acercamos a saber quiénes somos cuando intentamos definirlo y nos damos cuenta que no somos eso? Por ejemplo, “yo soy cantante, yo soy psicóloga, yo soy la dueña de tal empresa, etc…”

Claro, tal cual. Soy lo que se expresa de mí cuando canto, soy la esencia que se hace presente en mí cuando hago una actividad. Por eso, no somos la definición. De hecho, creo que la pregunta ¿quién soy? La puede responder solamente el ser humano. Porque, justamente, tenemos esta capacidad de hacer consciente aquello que en realidad ni siquiera hace falta que sea interpretado, o sea, el animal, la planta, el ser vivo ya es simplemente y no se pregunta quién es. Nosotros, en cambio, tenemos a través de la racionalidad la capacidad de preguntarnos quiénes somos. Pero, insisto, es una pregunta que ni siquiera necesita ser respondida, simplemente se expresa.

¿Y por qué el ser humano necesita responder la pregunta de quién es?

Porque gracias a la razón está buscando todo el tiempo comprender lo que no necesita ser comprendido y solamente necesita ser habitado. La planta no está preguntándose quién es, simplemente es, el animal igual. Cualquier ser vivo que no tenga mente racional no se hace la pregunta porque simplemente fluye en lo que es. Pero claro, nuestra capacidad de entendimiento, el raciocinio, a veces nos aleja de la experiencia de ser. Lo que solemos hacer, es ir en círculos a buscar la respuesta y a tratar de entenderlo cuando, en realidad, no se puede entender sino que simplemente se puede habitar.

¿Creés que la búsqueda de saber quién sos, se condice con un despertar de conciencia?

Claramente el despertar de conciencia es descubrir quién sos. Y se trata de habitar esa respuesta, no de entenderla.

¿La mente nos aleja de saber quiénes somos?

Considero que la mente racional no gestionada desde la conciencia te aleja de la experiencia, pero al mismo tiempo también la veo como un instrumento. Si forma parte de nuestra experiencia humana es porque tiene un para qué profundo. Por eso, yo siento que la mente se puede utilizar como un recurso para acercarte a tu ser, a tu esencia.

Sí, tal cual. Creo que ese recurso lo usamos a nuestro favor cuando ponemos la mente al servicio del ser, por así decirlo; en lugar de que el ser esté escondido y supeditado a la mente.

Claro, y por eso el despertar de conciencia no es eliminar a la mente por completo sino integrarla como parte de la experiencia sagrada de ser.

¿Estás de acuerdo en que cuando la conciencia de una persona se apertura es como si se bajara el telón y se volviera a subir pero para una obra completamente diferente? Como si todo lo anterior fuera insostenible en algún punto, como si se reseteara por completo el sistema.

Creo que sí. O sea, al estar habitando un cuerpo humano siempre hay programaciones. Pero podríamos decir que la programación del sistema anterior queda obsoleta cuando despertás tu conciencia, comienza a derrumbarse todo lo que tomabas como habitual desde la crianza, la cultura, lo que mamaste de tus padres, etc. Cuando vos hacés presente al ser con el despertar de conciencia, es imposible que toda esa programación te siga resultando coherente o normal porque ya algo cambió, y eso que cambió es lo que te hacía ser parte de ese sistema. Por eso, justamente, el despertar de conciencia es una desprogramación de todo lo que es normal y conocido. Y es una reprogramación también.

En relación a todo esto que hablamos… mi pregunta es: ¿cuándo te diste cuenta quién eras? ¿Desde que naciste? ¿Toda tu vida tuviste esta conciencia?

Como yo nací con todas las capacidades psíquicas despiertas, tuve un poquito más de conciencia de mi entorno y, quizás, una mayor conexión con lo que está más allá de lo que vemos, de lo que es tangible y de lo que entendemos como “normal”. Sin embargo, pese a haber tenido acceso a toda esa información, eso no me garantizó el despertar de conciencia del que estamos hablando. Tuvo que haber un quiebre, un momento puntual donde conecté con la esencia. Por eso, creo que hay que hacer un gesto, una elección consciente para conectar con la esencia. Y el hecho que tengas todas las capacidades despiertas, no te hace despierto en conciencia; porque el despertar de conciencia es cuando realmente te reconoces desde dentro como esencia.

Se apaga algo y se vuelve a prender de otra forma...

Sí, tal cual. Si yo tuviese que ubicar en un momento a mi despertar de conciencia, lo relacionaría a cuando empecé a escribir mi primer libro, que surgió justamente de la pregunta de quién era. Todo el camino que inicié a raíz de esa pregunta es donde puedo ubicar a mi despertar de conciencia.

¿En qué tiempo fue esto?

2020. En la época de la cuarentena estricta, me fui a la terraza a estar encerrada en mí misma y me dediqué a comprenderme, estudiarme, recordarme, reconocerme… Y ahí todo lo que consideraba conocido, normal, la estructura de mi vida, que incluso yo proyectaba hacia el futuro, todo eso se desmoronó en un instante. Después, progresivamente fui tomando decisiones para soltar todo, para hacer cambios en mi realidad material, pero  esa conciencia de “derrumbe” fue instantánea; o sea al instante en que me hice la pregunta y me atreví a conectar con la respuesta de mi ser sobre quién era, se me derrumbó todo.

¿Qué decisiones comenzaste a tomar luego de eso?

En ese momento yo estudiaba ciencias políticas y relaciones internacionales, dejé la facultad, me fui de la casa de mis padres, comencé a dejar atrás muchos aspectos de mi personalidad, de mi identidad, que para mí eran súper duros y estrictos y arraigados, también se fueron.

¿Qué aspectos?

Por ejemplo, la exposición. Estar segura en la exposición, que me gustara y lo disfrutara simplemente por exposición. Quizás empezaron a irse todos los aspectos más superficiales por así decirlo. Yo estaba siempre en el hacer, era una persona completamente activa que todo el tiempo quería tener actividades, hacer cosas, juntarme con personas, no podía estar en silencio, no lo soportaba. A diferencia de ahora, donde el silencio es mi lugar de paz.

Con la personalidad que yo tenía antes de mi despertar de conciencia no hubiese podido escribir un libro por ejemplo, porque la paciencia, la disciplina, la constancia, el sentarte a preguntarte y a responderte durante mucho tiempo, no lo hubiese podido hacer con una personalidad que simplemente estaba en el hacer.

¿Vos no podías parar a reflexionar, incluso teniendo todas tus capacidades despiertas?

Tal cual. Tenía una parte mía que estaba todo el tiempo intentando salir y expresarse pero yo no le hacía espacio porque no paraba de hacer. No me detenía en nada. Cuando una dice hacer espacio, a lo mejor al principio es aburrimiento, espacio para el silencio, espacio para estar con vos misma y no tener estímulos y eso es lo que no solemos hacer cuando vivimos en automático porque estamos programados de esa forma. Y cuando realmente te atreves a hacerlo, aparece la esencia, lo que sos y viniste a expresar de manera única. Y, creo que eso es lo que pasó después de mi despertar de conciencia, y por eso mi personalidad cambió por completo. Mi identidad cambió por completo. Porque para poder hacer espacio a mi esencia tuve que estar mucho más en contacto conmigo misma en soledad. Y estar en paz con eso.

Todo esto que me contas ocurrió en 2020 cuando tenías 22 años ¿no? Pero quiero saber cómo fue tu vida antes de este despertar de conciencia teniendo tus capacidades despiertas, principalmente tu mediumnidad. ¿Cómo fue ser médium sin estar despierta en conciencia?

Yo diría que en mi realidad fue muy difícil, pero no porque el hecho de tener todas las capacidades psíquicas despiertas y tener mediumnidad sea difícil, sino porque en un mundo en el cual la programación habitual es la conexión solamente con lo tangible, desde esa inconsciencia y desconexión con lo intangible, es que me resultó muy duro. Eran dos realidades coexistiendo en una misma persona al mismo tiempo, por un lado, la realidad externa donde todo está codificado y programado para no conectar con nada que no sea tangible, material, superficial; y por el otro, yo veía espíritus, conectaba con otras realidades alternas, sentía las cosas antes de que sucedan, tenía sueños premonitorios, veía seres que no están en este plano terrenal. La dificultad que yo viví fue, integrar esas dos realidades tan distintas. Yo todo el tiempo me preguntaba cuál era la realidad, si la que yo vivía o la que me estaba contando el mundo. Hoy en día te puedo decir que lo único que hizo que mi mediumnidad o mis capacidades psíquicas las haya vivido desde la dificultad y desde el sufrimiento, fue la inconsciencia. Por eso, actualmente mi relación con todas mis capacidades psíquicas es totalmente sana, hermosa, evolutiva pero, claro, porque lo vivo desde la conciencia. Pero cuando lo vivís desde la inconsciencia, se vuelve difícil y por eso mi infancia fue bastante compleja.

¿Cómo fue tu infancia?

Ver espíritus, sin saber que eran espíritus. Sobre todo a la noche, antes de dormir, los veía o escuchaba y no sabía qué hacer, no sabía por qué los estaba viendo. Comenzó a ser difícil porque yo internamente sabía que lo que estaba viendo era mi realidad porque no conocía otra ya que desde que nací los vi, pero, al mismo tiempo, cuando lo compartía con el exterior no recibía validación. La devolución de mis padres era “amigos imaginarios” o bien cuando les contaba a mis amigas en el jardín que veía espíritus y me abrían y cerraban el placard, ellas pensaban que yo les estaba contando historias de terror para asustarlas a propósito.

¿Cómo fue el hecho de ser adolescente y, al mismo tiempo, médium? Por ejemplo, ¿salías a bailar con tus amigos y veías espíritus? ¿El hecho de tomar alcohol agravó tu situación de no poder gestionar la mediumnidad?

Cuando tomás alcohol o consumís cualquier sustancia que altere tu conciencia, se altera tu conciencia literalmente, entonces todo se potencia y perdes el discernimiento. También otra cosa que puede pasar, al no estar en tu plena capacidad de conciencia, es que te asustes. E incluso está el riesgo de ceder el control y perder el poder de tu integridad. Entonces claramente cuando yo tomaba alcohol se potenciaba todo. No dejaba de ser una adolescente que estaba en un viaje de estudio en Bariloche o en una previa con amigos. O sea, no es que me cambiaba la experiencia de la adolescencia, pero la verdad que no era nada agradable salir a bailar y ver seres oscuros.

En su momento me advirtieron de los efectos del alcohol, pero no escuché. Igual viste que el adolescente por lo general cree que se las sabe todas y se lleva al mundo por delante. De todas formas creo que esto no tiene que ver tanto con el hecho de que no te avisen que el alcohol te va a hacer mal.

Hoy en día yo lo que más me cuestionaría es… ¿Por qué como sociedad naturalizamos, consumir sustancias que alteran nuestra conciencia? Que trabajemos desde raíz el por qué un adolescente tiene que sentir como mandato el hecho de salir a bailar y tomar alcohol. Cosas totalmente de desconexión con el ser, totalmente vacías y peligrosas para la salud física, emocional, energética.

¿Tus padres nunca validaron tu mediumnidad, no? ¿Cómo fue tu relación con los espíritus sin tener un soporte de validación externa?

No, nunca lo validaron completamente. Nunca mencionamos el tema siquiera. Yo me resistía a la mediumnidad. Veía a los espíritus y también los escuchaba pero no les hablaba, lo único que hacía era decirles “por favor, basta, váyanse”.

Claro… Te sentías completamente incomprendida.

Sí. Por eso, cobra importancia la validación. Que los padres estén informados sobre esto, o sea, si mis padres hubieran naturalizado la mediumnidad (aunque no fueran mediums), para mí hubiese sido algo normal como cualquier otra cualidad, como decir, hay niños que nacen con la cualidad de dibujar o pintar, también hay niños que ven espíritus. Y creo que va a pasar menos de cara al futuro, por eso, en un mundo en el que se le haga espacio a estas capacidades, se vuelven completamente normales, y ya no tienen por qué ser algo que se te dificulte, ni que te cueste ni que te haga sufrir.

Conozco a una chica que nunca padeció la mediumnidad simplemente porque nació en una familia en la que se lo validaron, aún cuando sus padres no son médiums. Entonces, si estás en una familia que lo validan, va a ser algo normal como cualquier otra cosa, como decir, pinto, dibujo, canto o veo espíritus.

¿Recordás momentos de haberte sentido sola, triste y “diferente”?

Todo el tiempo. Y aparte llegó un punto en el que aprendí a no compartirlo con nadie, porque la devolución que recibía era de rechazo, juicio o de que me veían como loca o como mentirosa, entonces llegó un punto en el que me encerré en mi misma y comencé a sentirme completamente sola. Me sentía distinta porque mi normalidad no era la misma que la del resto, cuando en realidad con el tiempo vas descubriendo que un montón de personas experimentan lo mismo, pero nadie se atreve a compartirlo abiertamente por miedo a que los otros crean que no es lo normal.

Con esto que me decís, me imagino que vos querías “pertenecer” y “ser normal”, ¿no?

Sí, yo deseaba y rogaba que me dejara de pasar porque no podía gestionarlo. Yo no tenía las herramientas y tampoco nadie en mi entorno pudo enseñarme a transitarlo. Incluso también hubo un intento fallido de suicidio.

¿Cómo fue el intento de suicidio?

El contexto fue que en mi adolescencia se empezó a presentar cada vez más el hecho de que yo viera espíritus. Estamos hablando de seres que necesitan ayuda, que están en un lugar en el que no tienen que estar, o sea, son almas que están en tránsito. Ellos necesitan tu ayuda y saben que los estás viendo, cuando negás que los ves se acrecenta más aún su presencia porque ellos quieren hacerse más evidentes para que los escuches y simplemente les prestes un oído o bien los ayudes con lo que necesitan. Entonces en ese momento, cuanto yo más negaba que los veía, ellos más presentes se querían hacer para que los reconociera. Y llegó un punto en el que empezaron a exceder los límites, de mi tiempo, de mi descanso. Por ejemplo, iba a la escuela sin dormir porque todas las horas de la noche me gritaban, lloraban, me pedían ayuda; y yo me tapaba los ojos, los oídos y me ponía en cuclillas en la cama y me tapaba. Todo eso sumado a mi miedo, mi incomprensión y mi incapacidad de poder gestionarlo. Yo me sentía desbordaba y ahí fue cuando contemplé la idea de suicidarme. En ese momento pensé “ya sé que la muerte no existe porque, o sea, estoy viendo que después de la muerte hay otra cosa y como esta experiencia es difícil y no lo estoy pudiendo gestionar…”; obviamente con la conciencia de una adolescente que no piensa tampoco en las consecuencias graves de sus actos.

Claramente no te suicidaste porque estamos hablando hoy... ¿Qué fue lo que pasó?

Yo ya me había metido en la bañera con agua y en ese momento algo, alguien, me detiene. Cuando ocurrió yo no había comprendido quién era, fue el ser más amoroso, puro y perfecto con el que había conectado en toda mi vida. De hecho, hasta ese entonces yo siempre había conectado con almas en tránsito, es decir, almas que están en una frecuencia vibratoria no tan elevada; pero en este caso para mí fue como la primera vez que conecté con un ser que era puramente amoroso. Me embebió de toda esa conciencia sin decirme nada, simplemente en el momento en que yo estaba a punto de suicidarme aparece, se hace presente en todo mi cuerpo, en todo mi ser, en toda mi energía y fue ahí cuando entendí todo sin que me lo explicara. Entendí que no era el momento y que yo no tenía que hacer eso, que aunque me quitara la vida, igualmente lo iba a tener que resolver del otro lado porque todas las cosas que no resolvemos en un plano las seguimos en el otro. No se terminaba la vida y lo que hay después de la experiencia humana es siempre vida. No hay muerte.

¿Me podrías decir quién fue ese ser que te detuvo?

Sí, ahora entiendo que es lo que podemos racionalizar como Dios. Pero vos podés estar viendo a Dios sin la conciencia de que es Dios porque no te dice “hola, soy Dios”. De hecho, decirte Dios es una forma de codificar y ponerle una identidad a algo que no la tiene. Por eso en ese momento yo sabía que era un ser completamente poderoso, amoroso, perfecto pero no lo conceptualice como Dios. Hoy en día lo entiendo así, quizás en un futuro lo entiendo de otra forma, porque incluso tal vez mi concepción de Dios vaya cambiando con el tiempo.

Entonces, si lo llevamos solo a términos energéticos.. ¿sentiste como una energía más expansiva que con otros seres? ¿te dio un mensaje o sólo apareció?

Sentí la esencia más pura, amorosa e incodificable con la que había conectado en toda mi vida. Toda su presencia fue un mensaje en sí mismo porque yo, al sentir su presencia, empecé a entender cosas. A veces pensamos que un ser viene y te dice con palabras las cosas y, en realidad, la forma de expresar, de transmitir es como si te actualizaran el software y te baja toda esta información y ahí fue como yo entendí todas estas cosas. Y me di cuenta que tenía que resolverlo de otra forma.

¿Qué empieza a pasar en tu vida a partir de ese momento?

Después de eso pasó algo muy marcado, fallece un ser que era parte de mi familia, un pariente político. En ese contexto, se presenta en mi casa y me viene a transmitir ciertos mensajes para compartirle a su mujer. ¿Y qué pasa en ese momento? Yo para poder transmitirle eso a su mujer, tuve que plantear en mi familia que era médium básicamente, o sea decir “che esto es serio, no son amigos imaginarios, no eran sueños raros que yo tenía, me comunico con espíritus”.

¿Hasta este momento nunca le habías dicho a tu mamá y papá que eras médium?

Yo nunca pude conceptualizar soy médium. Simplemente sabía lo que lo que yo vivía, ellos también lo sabían, pero como tampoco lo comprendían, nunca se le dio importancia. Lo que ellos interpretaban desde su nivel de conciencia era que yo tenía amigos imaginarios o me estaba imaginando cosas terroríficas.

Esa misma semana en la que pasó todo este asunto del familiar fallecido, yo tuve una conversación con mi mamá, en la que me senté y le dije claramente: “soy médium, necesito ayuda”, a lo que ella me respondió “¡ay, qué impresión! perdón, pero yo no puedo con esto. No puedo, no puedo, no puedo, no quiero, no me digas, no hables más”, se levantó y se fue. Digamos que fue tanto el miedo que le generaba que no lo pudo gestionar. Y creo que justamente por eso tocan hijos médiums en familias de personas tan cerradas. Es incluso un desafío.

Entonces lo que sucede después de toda esta situación familiar y este mensaje que tuve que comunicar es que, mi tía Vane se entera que yo era médium. Y a partir de entonces las cosas empiezan a cambiar para mí porque ella fue la persona que más me guió y ayudó en todo mi proceso; y no porque supiera o tuviera herramientas para gestionarlo, sino porque -desde que se enteró- se ocupó de acompañarme. Aún así desde la ignorancia, juntas fuimos buscando herramientas, personas, que me pudieran ayudar a gestionar mi mediumnidad porque las dos siempre supimos que no era algo en lo que yo tenía que sufrir y que podía vivirlo desde otro lugar.

¿Qué fue lo que empezaron a hacer con tu tía?

Y… caímos en varios lugares equivocados hasta dar con el lugar correcto. Hasta fuimos de un cura exorcista. Porque, claro, al principio cuando pensábamos quién me podría ayudar a entender la mediumnidad, fue lo primero que apareció dado que estábamos en un mundo en el que lo único que conocíamos de vida después de la muerte o de trascendencia nos los presentaba, sobre todo en esta cultura, la religión católica o películas de terror. 

Entonces claro como primer recurso fuimos a ese tipo de lugares a buscar ayuda pero, en realidad, allí no lo comprendían tampoco. De hecho, el cura no veía bien a la mediumnidad porque en teoría “él es único que puede hablar con lo infinito” y cómo, primero, una mujer y, segundo, una mujer adolescente va a tener más capacidades de conectar con el mundo espiritual que él. Quizás ahora está más aceptado esto, pero en el pasado no era así.

¿Y el cura exorcista cómo “te ayudó”? Y.. ¿Luego de eso?

Por suerte no se dio porque, justo cuando estábamos llegando, dijo que se tenía que ir rápido ya que le había surgido algo de último momento. Esas son para mí señales de ayuda desde otro plano, como para hacerme saber que no era el lugar dónde me iban a ayudar realmente. Hoy te puedo decir que yo no dejaría mi energía en manos de un dogma, religión o secta porque gestionan la energía desde un nivel de conciencia de juicio, lucha, separación, o sea, limitado. Hoy entiendo también que todas esas almas que la religión suele ver como “demonios”, “infierno”, “malas”, en realidad, son almas que necesitan ayuda. Bueno… y así caímos en lugares equivocados hasta encontrar el correcto, que fue un médium que me dio herramientas para gestionarme y me enseñó a ver a las almas, como almas.

¿Qué cosas te enseñó esa persona médium?

Como él era médium y ya era parte de su normalidad, lo primero que me enseñó fue a naturalizar. Me hizo entender y sentir que lo vivía era normal y no había nada extraordinario en mí. Entonces desde la conciencia, la charla y, al mismo tiempo, ver que existía un adulto normal con una vida normal que tenía mediumnidad, me tranquilizó un montón. Porque para mí, hasta ese momento, no existía esa posibilidad. Hoy te puedo decir que el hecho de naturalizar la mediumnidad es una gran ayuda para un médium que está sufriendo. Negarlo lo hace peor aún porque te hace sentir más especial y diferente. Y simplemente es una cualidad más como cualquier otra. 

Y otra cosa que me enseñó mucho, fue a ver con compasión a las almas y, también, a poner límites. Aprendí a poner límites al igual que se hace con las personas con cuerpo físico, incluso el hecho de marcar un horario, me ayudó a naturalizarlo. Al poder pensarlo de la misma manera que con humanos, es decir, yo no estoy ayudando a todas las personas con cuerpo físico 24/7 porque hay momentos en los que necesito descansar y hacer otras cosas, bueno de la misma forma me enseñó a hacer eso. Algo que yo no creía que fuera tan fácil porque pensaba que todo el mundo energético tenía más poder sobre mí que el que yo tenía sobre ellos. Así aprendí cómo organizar mi tiempo, mi servicio, mi disposición e, incluso, a decir también “no puedo”, o sea, entendí que a algunas almas iba a poder ayudar y a otras no y que estaba bien así y no pasaba nada. 

Otra cosa que me enseñó esta persona es que me presentó una parte que yo desconocía del mundo energético, que son los seres de luz. Y allí entendí que la razón por la que yo no conocía a los seres de luz (ángeles, arcángeles, etc.) era porque no creía que existieran ya que todo lo que veía eran seres que estaban en la baja frecuencia energética. Y los seres de luz, respetan tanto el libre albedrío que nunca van a excederte. O sea, si vos decís no creo en ellos, nunca te van a aparecer ni irrumpir porque son muy amorosos. Y el amor actúa así, no trasciende barreras ni límites, simplemente respeta lo que sos.

Cuando él me empezó a hablar de los ángeles y arcángeles, para mí era algo nuevo, desconocido pero, claro, al mismo tiempo, cuando vos empezás a abrirle espacio a lo que creías que no existía o creías que no era posible, ahí es cuando todo se empieza a presentar. Entonces yo empecé a verlos. Y también me enseñó a apoyarme en los seres de luz, a pedirles asistencia con las almas en tránsito a las que yo no podía ayudar.

Entonces podríamos decir que… ¿el espíritu -la energía- que atraes -ves- depende de cómo está tu vibración en ese momento?

Claramente. Y, por eso, en la adolescencia se vuelve un poquito más compleja la mediumnidad, porque en esos momentos generalmente tenés problemas de identidad, conflictos de polaridad, enojos, te sentís perdido, no sabes quién sos, etc. Y, como todo lo que atraes es energéticamente lo que estás vibrando, entonces yo atraía todas las almas que estaban vibrando esa misma energía que yo emanaba.

¿Cómo resultó tu vida después de haber conocido a esta persona médium que te ayudó? Y también el hecho de contar con el apoyo y validación de tu tía.

Empecé a poner límites y a estructurar mi vida para que fuera sana, principalmente pedí que no vinieran más por la noche. Dije no voy a no dormir, no voy a seguir cediendo mi sueño y lo que empecé a decir fue preséntense mientras yo estoy durmiendo en mis sueños y hablamos ahí. Y en los momentos que estaba despierta, empecé a decidir cuándo atenderlos para que ese momento fuera de calidad para ambos. Así yo empecé a respetarme, por lo tanto, a emanar esa frecuencia y ellos, consecuentemente, me empezaron a respetar.

Y mi tía fue una gran compañera en todo este proceso. Porque me pasaba que venían un montón de almas a pedirme ayuda y me contaban cómo habían fallecido o quienes fueron en vida, y yo trataba de encontraralgún dato de ellas en la vida real para confirmar la veracidad de lo que estaba experimentando o soñando, y mi tía me ayudaba en la búsqueda, a investigar, a encontrar alguna data sobre sus vidas y a corroborarlas con nombre y apellido. Y eso fue muy importante para mí porque pude sentir que podía recurrir a alguien que me validaba,me ayudaba a resolver lo que necesitaba gestionar, y a corroborar que todo lo que experimentaba era real. 

Y no sé si mi historia hubiese sido la misma sin el apoyo de mi tía Vane. Lo digo en el contexto de muchos años atrás, donde siento que no había recursos ni herramientas ni era para nada accesible la información. Imagínate que cuando yo nací, no existía internet como hoy en día. En la actualidad, con tantos recursos al alcance de la mano, tanta información, tanta gente que empieza a hablar y a contar su historia, creo que ya es distinto.

Una vez que te “amigaste”, por así decirlo, con tu mediúmnidad, ¿Empezaste a vivirla de otra manera y estar al servicio de aquellas almas que te pedían ayuda?

Sí. Mi mediumnidad cambió por completo cuando empecé a entender que todo lo que hay del otro lado es luz  y amor. Empecé a entender que no era todo horrible y que no era todo difícil y eso me ayudó a integrar mi mediumnidad, incluso a entenderla como la entiendo hoy; que es simplemente una herramienta de amor. Y así empecé a ayudar a las almas en tránsito / espíritus.

¿Qué es un alma en tránsito? ¿Qué tipo de ayuda te piden esas almas?

Son las almas que al dejar el cuerpo físico, en vez de seguir su camino evolutivo hacia la siguiente etapa que es lo que llamamos irse en paz o volver al hogar, eligen no avanzar y quedarse acá, apegadas a este plano físico. Digo en tránsito porque me resulta más amoroso que decir perdidas o desorientadas, porque no están donde tienen que estar en realidad, pero a través del libre albedrío somos libres de decidir si avanzar o no, si estar en paz o no. Me gusta decirles en tránsito porque les da lugar a ser vistas como almas en movimiento, que quizás eligieron tomar un camino más largo para volver al hogar, y eso no significa que sean causas perdidas o que se hayan salido del camino, sino que siguen en tránsito hacia ese lugar.

Las razones por la que un alma queda en tránsito pueden ser muchas, pero la mayoría de las veces es por miedo, o apego. Miedo porque nos han reprogramado durante cientos de años para tenerle miedo al infierno, el cual, spoiler alert, no existe. El concepto de infierno no es más que una invención para manipularnos, a través del miedo. Pero bueno, muchos se quedan con esa idea, esa creencia, y piensan que cuando llegue el momento de dejar este plano, los van a venir a buscar para llevarlos al infierno. Eso no es cierto porque cuando moris, seas la mejor o la peor persona, siempre te van a venir a buscar seres de luz o familiares ya trascendidos. Pero claro, no todos cuando los vienen a buscar para llevarlos al lugar de “luz” se creen merecedores o confían en que todo sea tan perfecto, y por eso eligen quedarse y no avanzar, porque sienten miedo y creen que se los van a llevar a un lugar de castigo, cuando eso no es real. Y en cuanto al apego, muchas almas al momento de avanzar, creen que les quedan cosas “pendientes” por decir o hacer, entonces se quedan apegados a este plano.

Mmm… ¿Qué te pide el alma en tránsito? De todo. Algunas quieren ser escuchadas o vistas, otras necesitan explicaciones, las cuales a veces se la podes dar y otras no. Muchas veces me han pedido hacer cosas físicas. Por ejemplo, si puedo ir a la casa de su hija y transmitirle un mensaje, cosas de ese tipo. Pero hay algo que siempre se repite de lo que les queda pendiente por decir y lo resumiría en 2 grandes palabras: gracias y perdón. Ah, y te amo.

¿Cómo saben las almas en tránsito que vos las ves?

Cuando hablamos del plano astral energético, las cosas no se entienden como desde la mente. Entonces ellos ven tu energía, por ejemplo, a mí no me ven como yo me veo en el espejo, no ven mi cuerpo, ellos me ven energéticamente, ven mis emociones, ven lo que emano, mi aura, mi energía y entre toda esa información codificada ven que yo los percibo. Digamos, es como si hubiera un “subtítulo que lo aclara” en mi campo energético.

¿Podrías contarme alguna experiencia concreta para entender mejor tu servicio hacia las almas en tránsito?

Me acuerdo de dos hermanitas que fallecieron en un accidente trágico y cuando les pregunté por qué no habían seguido adelante, me contaron que les había quedado una cajita en su habitación, con muchos objetos importantes para ellas. Lo que me pidieron era si yo podía comunicárselo a sus padres. Aunque al final, la ayuda que en realidad les di a ellas fue hacerles entender que no necesitaban que yo hiciera eso para irse en paz. Y esto es algo que aprendí con el tiempo… El trabajo del médium no es simplemente ser un encomendero, es decir, hacer todas las cosas que los espíritus te piden, sino que muchas veces la mayor ayuda que podés darles es: conciencia.
 
Y esa fue mi ayuda o servicio con ellas. Aunque me puse a investigar y encontré todo su caso y a sus padres por internet no los contacté porque tampoco los hubiese ayudado a ellos ya que se hubiesen aferrado a algo que es físico. Y a ellas tampoco eso le hubiese resuelto su situación porque el espíritu no se queda anclado acá porque le quedó algo pendiente en la materia, sino que queda en ese tránsito porque cree que le hace falta algo para irse. Entonces, la mayor ayuda que le das a un espíritu no es hacer lo que cree que le quedó pendiente, sino hacerlo consciente de que no hay nada que le queda pendiente en realidad.

Además, como habían fallecido de una forma muy repentina, pasó que una de ellas, la más chiquita, no sabía que estaba muerta, no lo entendía del todo. Eso pasa mucho con las personas que fallecen a raíz de un accidente trágico o de forma brusca, y se van de este mundo así como muy de un momento a otro. Muchas veces esas almas quedan desorientadas en esa falta de conciencia de no sé dónde estoy, no sé si es un sueño, no distingo nada, y ahí aparece el rol del medium, porque muchas veces pasa que ayudas a un alma simplemente transmitiéndole la conciencia de que ya está muerta y de que tiene que seguir adelante, porque su tiempo acá en la tierra ya terminó.

¿Y por qué los espíritus sienten que les quedó algo pendiente?

Es lo mismo que nos pasa cuando estamos vivos, tenemos un montón de creencias y de percepciones y de apegos. Todo eso está en la conciencia, no en el cuerpo o en el cerebro, como creemos.

Pero, por ejemplo, una persona durante su vida aperturó su conciencia y entendió que las cosas físicas poco tienen que ver con la esencia del alma, ¿cuándo se muere se olvida de todo ese aprendizaje adquirido estando viva?

No. Claramente no. Por eso es un camino, por eso tenemos que hacer consciente que es toda una línea. Con todo lo que hago consciente, me estoy ayudando a mi misma ahora y a vivir esta parte presente con más conciencia, pero también a mi parte futura.

O sea, cuanto más trabajes tu conciencia en vida, cuando trasciendas hacia otro plano, más conciencia vas a tener. La conciencia es interna, te la llevas con un cuerpo o sin cuerpo, la portas, es tuya. Sos esa conciencia. Por lo tanto, todo lo que hoy no trabajas en tu conciencia, lo vas a tener que trabajar en algún momento, del otro lado. Por ejemplo, si sos una persona con mucho apego a la materia, a lo superficial, podrías morir mañana y vas a seguir estando con ese apego porque es parte de tu conciencia. Entonces seguramente ese apego a lo material sea un motivo que haga que no quieras seguir adelante en los estadíos posteriores.

Por eso la forma de irte hacia donde tenés que ir, de seguir el camino de conciencia, de evolución es soltando todo y sintiéndote lo más liviano posible. Porque simbólica y literalmente, el peso es lo que no te permite avanzar. Más soltás, más liviano estás para poder moverte y avanzar.

¿Qué ocurre cuando, por distintos motivos, no podés ayudar a un alma en tránsito?

Recurro a la asistencia de seres de luz. Recuerdo el caso del espíritu de una chica que estaba muy triste y yo no podía ayudarla porque cuando conectaba con ella empatizaba tanto  que me sumergía y me perdía en su tristeza. Me acuerdo que invoqué al Arcángel Miguel y, cuando se hizo presente en ese mismo espacio, fue como que su energía, algo que el Arcángel emanó a ella le modificó un poquito su estado y se fue con él; yo en ese momento me acuerdo que dije te lo delego porque no puedo.

Hay veces que yo no sé cómo gestionar la ayuda a un alma ya sea porque me está pidiendo algo que no estoy pudiendo hacer en ese momento porque no tengo el tiempo o, bien, porque lo que me pide me queda demasiado grande. En esos momentos, invoco a seres de luz para que me den consejos sobre qué hacer o bien para delegarle y el espíritu se va con  ellos. Y también el ser de luz tiene una sabiduría que obviamente nosotros no tenemos.

¿Y cómo son los seres de luz?

¿Cómo se presentan, querés decir? Yo creo que todas son proyecciones astrales. Por eso, ellos se presentan de diferentes formas. Por ejemplo, hay algunas personas que comentan que están buenísimos los ángeles o que el arcángel Miguel es re fachero, en realidad porque en la proyección simboliza la belleza. Entonces esa persona te lo va a describir como re lindo, pero en realidad, para algunos se va a proyectar de una forma y para otros de otra, porque todo es simbólico en la imagen.

No tenemos la capacidad desde la mente para ver la no forma. Siempre queremos poner nombre, forma, cara, le queremos poner límites a las cosas.  Y los seres de luz lo saben a eso y se presentan con forma humanoide porque saben que de esa forma no te van a transmitir miedo, eligen una forma que vos conozcas y te genere confianza pero, en realidad, no es que sea su forma porque no tienen forma y por eso varía en cada persona cómo los ve.

Pese a tener todas tus capacidades psíquicas despiertas, ¿Podrías afirmar que existe un límite en la comprensión humana?

Sí, totalmente.

Después de todo este largo recorrido… ¿Cómo es vivir con la mediumnidad integrada desde la conciencia?

Hermoso la verdad… Es vivir la vida desde el amor incondicional puro. Porque no solamente entendés que, a través de tu cuerpo físico tenés otras conexiones con otros cuerpos físicos, sino también la capacidad de ponerte al servicio de ayudar, comprender, aprender, y evolucionar. Tanto en el plano físico como en otros planos también. Y como está todo coexistiendo al mismo tiempo, la vida se vuelve una escuela hermosa, todo se vuelve parte de tu aprendizaje. Lo físico y lo no físico también. 

Yo siento que hoy vivo mi mediumnidad como si fuese un don de amor, que me permite ser puente de conciencia, luz y amor entre diferentes dimensiones. Me permite aprender un montón de las otras dimensiones y no solo porque sea algo externo, sino porque, yo a medida que más voy conectando con las otras dimensiones, más voy entendiendo que está todo integrado en mí. Todo lo que veo, todo lo que me vienen a espejar, lo que me vienen a enseñar es que “como es arriba, es abajo”, “como es adentro es afuera”, entonces todo lo que me muestran lo aprendo y crezco y todo se vuelve un instrumento de evolución.

¿Cómo es hoy un día de tu vida siendo médium?

Canalizo seres de luz todo el tiempo y todo el tiempo estoy siendo asistida por ellos. Canalizo mucha información y estoy en constante conversación con ellos mediante la escritura principalmente. Eso hace que mi día a día sea guiado, que me sienta completamente sostenida, guiada, acompañada, ante cualquier cosa que me pasa. Yo sé que no estoy sola.

También obviamente veo almas en tránsito, muchas veces en mis sueños. Muchas veces lo que hago es establecer meditaciones diarias en el sol y en horarios específicos para decir, en este momento de paz, de tranquilidad mío, el alma que quiera aparecer, yo estoy completamente al servicio. Y ya no es algo invasivo como fue en mi adolescencia.

¿Crees que todas las personas pueden ser médium?

Creo que no es tan simple como decir, “me quiero comprar un sillón” y vas y lo comprás. No se trata de decir “quiero ser médium” y lo sos. No funciona así. El que experimente mediumnidad, así sea que nació medium o que se les despertó a mediados de su vida, al principio va a ser desafiante el aprendizaje y, luego, deberá aprender a cómo habitarlo, encarnarlo y hasta ponerlo al servicio de aquellas almas que están en tránsito.

Ahora bien, tal vez en un futuro cambie mi opinión, pero hoy te digo que creo que la mediumnidad es algo muy concreto que lo elige el alma, el alma elige que ese cuerpo humano va a experimentar capacidades psíquicas como mediumnidad. Por eso, creo que se puede ser médium únicamente cuando el propósito específico de tu alma es experimentar la humanidad a través de esa capacidad y ocurre así porque es el alma la que está eligiendo aprender de eso.

También siento que hay muchas personas que dicen “quiero ser médium”, pero desde un capricho de la mente o para tener poder o para sentirse superiores o distintas a otros. Y no tiene sentido alguno desde ese lugar, es como si yo te dijera, “todos podemos ser cantantes, seamos todos cantantes”, y supongamos que todos podemos ser cantantes… Mi cuestionamiento allí radica en por qué querríamos hacer todos lo mismo si cada persona tiene que venir a aprender algo particular. Hay que valorar que cada alma es única y cada alma tiene una lección específica por cumplir y un servicio específico que vino a encarnar.

En conclusión, creo que la mediumnidad se va a despertar en vos si tu alma elige ser médium pero si lo elige tu mente no va a pasar.  Y aquellas personas que dicen “yo deseo ser médium”, les preguntaría ¿por qué están deseando ser algo que no son en este momento? ¿Y por qué no están enfocándose en lo que sí son? Siempre es como que queremos lo que no tenemos o lo que tiene otro y, en realidad, la misión de nuestra vida en la escuela del ser humano es venir a encarnar lo que elegimos desde el alma, reconocerlo desde adentro y aceptar eso que somos y no querer ser otra cosa.

De hecho a vos misma te fue difícil querer ser otra cosa cuando no querías aceptar que eras médium y fue muy doloroso.

Claro, tal cual.

¿Qué es ser canalizador? ¿Todos podemos ser canalizadores? ¿Cuál es la diferencia entre ser médium y ser canalizador?

Ser canalizador significa ser el puente a través del cual un ser transmite información. Todos somos canales, por lo tanto, todos podemos conectar incluso con almas y con el plano astral. El canalizador puede conectar con almas, al igual que el médium, pero su servicio se trata de recibir y/o expandir la información. En cambio, el médium al toparse con un alma en tránsito, su servicio consiste específicamente en ayudarla a transcender, pudiendo o no canalizar información.

¿Cómo se da cuenta una persona que está canalizando un mensaje?

Creo que todo el mundo canaliza, pero no todo el mundo lo acepta. Por ejemplo, entraste en un espacio y sentiste o intuiste algo o que hay mala energía, pero no lo puedes explicar, es como te querés ir y ahí estás canalizando la energía del ambiente. Te juntaste con una persona que está triste y te empezás a sentir triste, estás canalizando su tristeza. Muchas veces canalizas energía, otras veces lo que canalizas son mensajes concretos, que son esos casos donde te cae una idea de repente.

La canalización no es algo selectivo. Es simplemente saberte canal, abrirte y entender que así como pasa con los seres humanos, con cuerpo físico que algún día vas a hablar con uno y otro día vas a hablar con otro. Acá es lo mismo, o sea, no es algo que vos vas a estar controlando todo el tiempo. En la experiencia muchas veces te van a llegar mensajes y no importa de dónde vengan, tampoco importa la identidad que tenga ese ser porque tampoco tienen identidades.. En la canalización lo que trasciende no es la identidad, sino el mensaje, la información, la conciencia.

Me gustaría que dejes en claro que ser médium no te hace menos humana ni tampoco especial o iluminada en todos y cada uno de los aspectos de tu vida.

Sí, tal cual desmitifiquemos esto. Un médium no tiene todas las respuestas. Un médium no tiene acceso a la verdad para nada. No está más avanzado que nadie en la vida humana, que es una escuela, todos venimos a aprender lo mismo. El hecho de que yo acceda a información del campo energético no me hace ni más sabia ni menos sabia que otro ni me hace tener un atajo ante la vida humana, porque si hoy yo soy humana es porque vine a aprender de la escuela humana. O sea, que tengo las mismas dificultades que cualquiera, me mando las mismas cagadas que cualquiera y tengo los mismos desafíos que cualquiera porque estoy, al igual que todos, cursando la escuela humana.

Creo que estaría bueno también desmitificar el hecho de “tener que ayudar espíritus” no es algo supremo o extraordinario y no es una realidad muy alejada al hecho de ir caminando por la calle, ver que una persona se cae de su bici y vos elegís ayudarla o seguir caminando e ignorar esa situación.

Sí tal cual, otro mito sería que muchas personas creen que como es un espíritu tiene más información que yo y es lo mismo que vos decís. Si elijo ayudar a una persona que se cayó de la bici, es una persona que cayó y nada más. En el caso de los espíritus, es lo mismo, es un alma que no siguió su camino evolutivo de forma natural y se quedó en un mientras tanto. En un tránsito le decimos. Por eso mismo por qué tendría más información que cualquier otra persona viva. Es un mito eso.

Sí pasa cuando canalizas seres de alta vibración de otras dimensiones que ya son más sutiles, más amorosos porque están más evolucionados y tienen una perspectiva más amplia. Pero tampoco es tan lineal porque, por ejemplo, me doy cuenta que los seres de luz que canalizo que están muy, muy elevados, no tienen la capacidad de entender lo que es estar atravesando la vida humana. Ellos te pueden dar consejos y ayudar sobre la luz, sobre el amor, sobre lo que saben, pero sobre la vida humana, los desafíos humanos, no pueden. En ese caso, el humano es el maestro y alumno de la humanidad.

¿Los seres de luz fueron humanos en algún momento o nunca lo fueron?

Hay de todo, hay seres de luz que fueron humanos y, en su camino evolutivo, avanzaron tanto que ya dejaron atrás esa forma y hay seres de luz que yo canalizo que nunca fueron humanos.

¿Qué crees que viene a traer al mundo tu mediumnidad?

Expandir amor y conciencia tanto en el mundo físico como en el astral. La respuesta más corta y simple es conciencia, conciencia entre planos. La mayor ayuda que le puedes brindar a un alma que está en tránsito es conciencia.

¿Qué es la conciencia?

Para mí, conciencia es igual a amor. Por eso, los seres más conscientes son los más evolucionados, los más luminosos y los más amorosos. Por lo tanto, cuanto menos conciencia hay en un ser, menos amor hay. Entonces, cuando hago consciente la fuente amorosa que soy, hago conciencia del amor que soy.

Y en base a eso, con los años fui aprendiendo que no existen seres malos. Existen seres inconscientes. Los que yo cuando era chica interpretaba como demonio, ser malo, de oscuridad, era un ser inconsciente e ignorante de su propia esencia. Y lo que tiene es más miedo que amor. Y eso es lo que se juzga como oscuridad y luz. En realidad, la oscuridad es la inconsciencia de la luz.

Por eso también es muy lindo pensar que la batalla entre la luz y la oscuridad no existe. No es una batalla real que pueda ganar la luz. La única forma de trascender la oscuridad es iluminándola. Es decir que la luz no lucha contra la oscuridad ni juzga la oscuridad, la forma que la oscuridad deje de ser sombra, es iluminandola.

Si me preguntaran cuál es el camino para elevar la conciencia, yo diría “sentí el amor”.

Tal cual. Agregaría: y sé amor.

En base a tu experiencia ¿podrías afirmar que no hay “un después de la muerte” porque en realidad existe una conciencia infinita? Y sólo hay una muerte del cuerpo físico.

Tal cual. Lo que llamamos muerte es literalmente un paso. Tenés que dejar el lugar en el que estás, eso es la muerte. Dejo el lugar en el que estoy para dar un paso hacia adelante. Es el fin de mi experiencia física. Pero no hay fin de mi conciencia. Cuando lo ves desde la distancia y desde afuera, ves que es un paso hacia un nuevo estado, no hay fin, es un comienzo.

¿Cómo podríamos explicar el dolor ante la muerte de un ser querido si en realidad no se fue y solo está en otro “escalón”? ¿El hecho de ser médium hizo que te dolieran menos las muertes de tus seres queridos? ¿La conciencia ayuda en este proceso?

Claro, en ese caso pasan dos cosas. Cuando trasciende un ser que vos querés mucho, aunque tengas la conciencia desde tu alma que está volviendo al hogar y sigue existiendo en el infinito, no deja de ser necesario el duelo desde el cuerpo porque el cuerpo sí perdió.
Obviamente que la mediumnidad me brindó como una capacidad de poder gestionar de una forma más amorosa la muerte, pero igual no dejo de ser humana y de duelar, porque mi cuerpo y mi mente sí perdieron algo físico. Cuando tenés conciencia es más liviano el hecho de atravesar la muerte de tu entorno, sí vas a duelar, pero no pesa tanto.

¿Qué fue lo que más te enseñó la mediumnidad?

Creo que la conciencia de lo que pasa después de la muerte. Hay muchas cosas que pasan después que una persona muere, que yo tuve la oportunidad de ver y cambiaron completamente mi vida.

Obviamente que después de la muerte hay todo un camino por recorrer al igual que en la vida. Todo es un camino evolutivo y de aprendizaje. Existen un montón de instancias de las cuales estamos muy lejos de comprender en su totalidad, pero una de todas esas instancias, que es mi favorita es lo que se llama conceptualmente “revisión de vida”. Y esta etapa consiste en que en un cierto momento el alma, después de soltar el cuerpo físico y desapegarse de la identidad y la personalidad humana, empieza un proceso de revisar y repasar toda su vida, pero no enfocada en ella, sino que siente todo lo que hizo sentir a otras personas, y recibe todo lo que dio a otras personas. Y ese es el verdadero concepto de karma, a diferencia de lo que muchos piensan que el karma es un castigo. Pero en realidad el karma es el aprendizaje del alma, poniéndose del otro lado, del cual ella estuvo en un momento, es decir, recibiendo lo que dio y es el momento de mayor éxtasis y aprendizaje del alma, porque al estar en la otra cara de la moneda y al recibir todo lo que dio, es donde se da cuenta de que el otro no existe. Siempre se lo hizo a ella misma. Siempre todo lo que le haces al otro, te lo estás haciendo a vos mismo. 

En relación a esto, algo muy importante es pedir perdón y agradecer. Que poderosísimo. Porque el perdón y la gratitud, te liberan, te alivianan y es eso todo lo que necesitas para evolucionar.

Haber tenido la oportunidad de vivenciar esos momentos mientras doy mi servicio a las almas en tránsito, me cambió la vida porque realmente entendí que el otro es una ilusión y todo lo que le estás haciendo al otro, te lo estás haciendo a vos mismo en cierto punto. Y eso te hace también vivir la vida con más conciencia y más amor. Porque entendes que si no es ahora va a ser en el después.

Terminamos como empezamos, profundo… ¿Creés en Dios?

Hay una diferencia entre creer y saber. Yo no creo en Dios. Yo sé que Dios existe. La creencia existe para ser refutada eternamente. Si yo te digo algo en lo que creo, me lo vas a poder refutar o me vas a decir demostrámel y yo no te lo puedo demostrar entonces vos crees que lo que estoy diciendo es mentira. Es decir, la creencia siempre es refutable porque la creencia no es saber, es lo que creo yo contra lo que vos crees.

En cambio, yo puedo garantizar que sé que Dios existe y no me lo podes refutar. Porque tampoco hace falta que me lo creas. Porque simplemente yo sé que lo sé porque lo experimenté porque conecté con Dios, con el todo, con la fuente como la conciencia universal, como la inteligencia que engloba a todo lo que existe. Yo sé que existe porque conecté con él/ella y porque me atravesó esa experiencia y eso es irrefutable. Por más que quieras venir a convencerme, que Dios no existe, no vas a poder hacerlo porque no quedó en la superficie de mi mente y está adquirido como una experiencia interna y de eso no se puede volver.

El que de verdad sabe que Dios existe, a diferencia de la religión, no necesita convencer a nadie…

Tal cual. La religión “teoriza” a Dios, para que creas en él. Esa es la diferencia entre creer y saber. La única forma de que vos sepas que Dios existe, como yo lo sé, no es convenciéndote que tengas la misma experiencia interna que yo tuve sino que vos puedas acceder a ese saber desde adentro. Y esa es la diferencia entre la creencia y el saber. Al saber solo se puede acceder desde el interior. Entonces nadie te puede convencer de nada, no hace falta que nadie te diga nada, ni siquiera importa lo que piensa el otro, lo que siente el otro, lo que sepa el otro.

También siento que la palabra Dios es limitada. Y cada vez que digo “sé que Dios existe”, siento que puede ser interpretado de una forma distinta a lo que yo estoy sintiendo. Y eso pasa con las palabras. Limitamos a una palabra a todo lo que existe, a todo lo que es, a la conciencia suprema y le decimos Dios y es casi imposible de imaginar cómo se puede reducir todo eso a una sola palabra. Incluso el concepto parece hasta que es masculino. O sea, como si tuviera género y no es así.

“Dios” sé es que es el todo, es la energía de lo femenino y lo masculino, el yin y el yang, la nada y el todo, el vacío y la creación. O sea es todo, no es uno o el otro. Es la integración de todo lo que existe y todo lo que es. Por eso digo, cómo eso lo podemos limitar a una palabra de cuatro letras. Pero bueno, igual no deja de ser un buen recurso para que entendamos de qué estamos hablando porque, al menos en este plano, la palabra es una gran herramienta de codificación, sino sería mucho más difícil. 
Tal vez, en una humanidad más avanzada, ni siquiera hablemos. Creo que no va a existir la interpretación. Solo vamos a sentir.

La última. Si hoy le tuvieras que dar un mensaje a Sofía de 15 años que estaba totalmente desbordada… ¿Qué le dirías?

¡Ay qué hermoso! Le diría que está bien como es. Que es perfecta tal y como es. Que no tiene nada de malo ni nada de raro. Aunque no lo entienda. Y que toda parte del camino, por más que sea recontra compleja, tiene un sentido. Que quizás ahora está bien que no comprenda. Pero que todo es perfecto. Que siga caminando aunque no entienda que todo va a estar bien. 

Gracias Sofi por compartirte conmigo en este espacio y también por dejarme ser parte de tu historia

Gracias a vos. Te quiero mucho. 

Con amor, Pau

20 | 04 | 25